La violencia entre jóvenes en ámbitos nocturnos de diversión, ha ido incrementándose en las últimas décadas. Estos hechos nos convocan a debatir sobre los procesos sociales que rodean este fenómeno que denominamos “violencia”.
Sin dudas, en estos últimos años nos encontramos con una sociedad mucho más violenta que la del siglo XX. Es importante definir que la violencia en las juventudes son en parte un emergente de procesos generales, que tienen su base en la violencia social, cada vez más instalada en los diferentes ámbitos de nuestra comunidad.
Entonces, así como prevalece como respuesta la represión y el castigo a los casos de violencia, por ejemplo a la salida de los boliches, pensamos que también resulta urgente en estos contextos, promover políticas de prevención de violencias, en este caso en el marco de la nocturnidad.
Pablo Vommaro, profesor de Historia y doctor en Ciencias Sociales por la UBA, dice: “Hay un discurso social de eliminación del otro, no de convivencia, y esa identificación es exacerbada, no hay una educación en la diversidad, es una sociedad que le dice a los jóvenes: juntate con otros iguales a vos. Y el reverso de eso es, los que no son iguales, son adversarios, eso en una noche mercantilizada, excluyente, con consumos excesivos genera una nocturnidad y una forma de vinculación bastante más violenta que hace 10, 15 o 20 años atrás”.
El especialista también refiere a tener presente y preguntarnos ¿cómo trabajar la problemática con los jóvenes y no sobre los jóvenes?. Expresa que las juventudes se ven poco convocadas, escuchadas y eso es violencia simbólica. También señala que tiene que haber una política integral a nivel nacional, con un trabajo persistente para que el espacio público no sea tierra de nadie, en el cual haya personas que ayuden a la prevención y a la convivencia” .
Desde nuestros roles, saberes y prácticas cotidianas, con las herramientas que tenemos podemos prevenir situaciones de violencia en nuestra comunidad, es decir, no es condición indispensable ser un profesional en el tema, sólo necesitamos estar abiertos a la escucha, aprender a pedir ayuda y estar presente para quien la necesite.
A partir de situaciones de violencia que aparecen cada vez con mayor frecuencia, desde AEANA, nació la inquietud para conversar sobre el tema y ponerlo en agenda, a efectos de dar nuestro aporte, para que entre todos, desde nuestros espacios y posibilidades, tengamos presente esta problemática.
El ocio y su importancia en el desarrollo del sujeto y la comunidad
Los tres ámbitos que desarrollaremos a continuación: recreación, cultura y nocturnidad, se encuentran dentro de la categoría de ocio y por lo tanto es necesario referirnos a este concepto para entender aún más, la importancia de los mismos en un abordaje integral de la prevención. El ocio estuvo presente siempre en la historia del ser humano. En la actualidad el ocio es considerado un elemento de calidad de vida, no solo permite el desarrollo personal del sujeto, sino que además es ámbito del desarrollo social, como elemento de cohesión social y de la vida en la comunidad. Actualmente estamos inmersos dentro de la sociedad de consumo, donde el ocio se suele encontrar ligado a diferentes tipos de objetos, entretenimiento, sustancias, lo que supone una pérdida de las potencialidades del ocio como desarrollo humano.
Pensamos que es importante el ocio como actividad que fomenta el desarrollo, tanto del sujeto como de la comunidad, siendo en consecuencia, un factor determinante para la prevención de consumos problemáticos y violencias entre los jóvenes. Las prácticas de cuidado que fomentan dichos espacios son:
– Estimulan la capacidad expresiva de quienes participan en él.
– Fomentan el pensamiento crítico.
– Promueven la reflexión.
– Pueden constituir un espacio de sociabilización que amplíe la red de vínculos.
– Fortalecen la participación del individuo en la vida comunitaria.
– Ofrecen alternativas para el ocio y el uso del tiempo libre.
Recreación
Desde el punto de vista de la promoción de la salud, tanto los espacios recreativos como los deportivos aportan a la salud integral de las personas y pueden ser claves en la prevención de los consumos problemáticos, adicciones y violencias. Son lugares que brindan oportunidades de expresión, creación y desarrollo de capacidades físicas. Para que se generen espacios preventivos es necesario que sean habitados desde valores como el respeto a las diversidades, la solidaridad, el trabajo en equipo, la motivación, la contención, la escucha, la integración, la garantía de los derechos humanos, para producir una vida saludable, como sujeto y en comunidad. A su vez, que habiliten la posibilidad de generar vínculos de amistad, compañerismo y referencia. El rol del referente adulto o en estos espacios es de gran valor en términos de prevención y promoción de la salud, es quien debe guiar y/o mediar las actividades recreativas y debe poder establecer formas saludables de vincularse, a la vez poder trabajar en red con familiares y con la comunidad.
Cultura
La prevención desde una perspectiva integral, implica un conjunto de acciones cuya finalidad es la construcción de contextos que promuevan la salud a través de prácticas de cuidado, hacia uno mismo y hacia los demás. Las artes, la vida en la calle, en las plazas, los recitales, los centros culturales, son espacios de oportunidad para compartir, disfrutar, aprender y cuidarnos. La cultura es el derecho de encontrarnos y poder crear y desear colectivamente formas de vida más justas e igualitarias.
Los espacios culturales son propicios para la promoción de la salud y son los referentes institucionales quienes deben garantizar que estos espacios impulsen la inclusión, la expresión de sus asistentes, así como la construcción de una identidad tanto individual como colectiva. Se suele pensar que hay una sola cultura, que de no ser evaluada críticamente, puede consistir en una perspectiva que excluya a otros tipos de culturas. De esta manera, reconociendo la diversidad, la integración social es posible, porque no sólo reconoce la existencia de múltiples culturas, sino que hay encuentros entre las mismas, donde se enriquecen entre ellas, promoviendo las prácticas de cuidado, como la tolerancia, la resolución de conflictos, la apertura.
Nocturnidad
Es importante entender que el ocio nocturno se diferencia de la recreación durante el día, es un momento propicio en el que se levantan algunas restricciones, se permiten excesos y gastos de energía dentro de las actividades nocturnas, que se suelen asociar al consumo de sustancias y desde hace algunos años, en situaciones de violencia en grupo, siendo esta una conducta adquirida que no diferencia clases sociales y que lamentablemente, como es de conocimiento público, en varios casos, tuvo finales trágicos. Por lo tanto, es necesario intervenir, a través de la concientización y sensibilización de la población, visibilizando los riesgos asociados al consumo, para generar una cultura de cuidado.
Cada uno dentro de nuestras posibilidades, debemos ser promotores de la toma de conciencia sobre cómo prevenir daños y riesgos a la hora de consumir alcohol u otras sustancias. También ser promotores de hábitos saludables y de cuidado, presentando estrategias preventivas. Mediante estas intervenciones se abre la posibilidad de visibilizar la problemática, difundiendo recomendaciones de cuidado que pueden ser útiles a la hora del ocio nocturno.
Estrategias de intervención en el ámbito nocturno para la prevención de consumos problemáticos.
Las recomendaciones que compartiremos a continuación fueron realizadas pensando tanto en lo individual, como en lo colectivo, ya que el cuidado de sí mismo es parte del cuidado del otro. Invitamos a nuestros lectores a compartir y multiplicar esta información.
Las siguientes pautas de cuidado fueron planificadas teniendo en cuenta los riesgos asociados al consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias.
1. Si vas a consumir, evitá mezclar bebidas y otras sustancias. De lo contrario, aumentan los riesgos y efectos adversos.
2. Comé algo antes y durante el consumo de sustancias (alcohol u otras). Con el estómago vacío el alcohol se absorbe más rápido y precipita una intoxicación.
3. Intercalá con agua para evitar deshidratarte. El alcohol produce efectos diuréticos sobre nuestro cuerpo, por eso intercala con agua para no deshidratarte. Salí con tu botella reutilizable, sumala dentro del plan de la salida.
4. Volvé seguro. Si consumiste no manejes. Planifiquen quién será el conductor designado o volvé en otro transporte.
5. Llevá siempre preservativo. Si vas a tener relaciones, cuidate usando el preservativo o campo de látex. Llevá protección siempre, planees tener relaciones sexuales o no. Tené en cuenta los tips para usarlo correctamente.
6. Si estás cursando un embarazo o estás en periodo de lactancia, no consumas. Es dañino para vos, el curso del embarazo y el/la bebé. Ante cualquier duda no dudes en consultar con tu médico/a.
7. Evitá el consumo si estás en tratamiento psiquiátrico o médico. Las sustancias pueden producir efectos peligrosos en combinación con fármacos. Consultá con tu médico.
8. Tené en cuenta tu estado anímico antes de consumir. Nuestro estado emocional incide en el efecto de la sustancia.
Ante problemáticas de consumo o necesidad de contención inmediata llamá al 141. Atiende todos los días las 24 horas en todo el país.
Fuentes:
Documento sobre Estrategías de prevención en consumos problemáticos (2023) – Dirección General de Políticas Sociales en Adicciones (CABA)
El Resaltador (7 de febrero de 2023). Pelear en la noche mercantilizada. https://elresaltador.com.ar/pelear-en-la-noche-mercantilizada-la-sociedad-del-siglo-xxi-es-mas-violenta/